miércoles, 26 de diciembre de 2012

La Tuna en los libros


La Tuna en los libros

Por MAURILIO DE MIGUEL



Alfonso X el Sabio se refirió a los sopistas como juglares, en su Código de las Siete Partidas (1348). Coetánea suya, también lo hizo la obra «Razón de amor y denuestos del agua y el vino», describiendo las cintas que aún penden sobre la capa del tuno: una por cada conquista amorosa. El Arcipreste de Hita, en «El Libro del Buen Amor», subraya su carácter mendicante... 

Con todo, no puede hablarse de tunos, hasta 1538, año en que los sopistas se acogieron a las viviendas benéficas que les ofrecía la Instrucción para bachilleres de pupilos. A partir de ese momento, comenzaron a cantar sin que en ello les fuera la supervivencia. Porque, entonces, los ya ex sopistas, en calidad de estudiantes veteranos, se hicieron servir como escuderos por los «bobos» o estudiantes nuevos, a los que supuestamente debían apoyar, según la norma, a cambio de legarles su gaya ciencia musical. 

Lo cuenta «La vida del pícaro Guzmán de Alfarache», haciendo hincapié en el status de estudiante rico que así alcanzaron los otrora sopistas. Luego, en «El Buscón» de Quevedo, se habla de las bromas que les aguantaban los estudiantes novatos, hasta cumplir el meritoriaje que les terminara equiparando a ellos... La cuna del tuno, en fin, ya no es la que era. 

Las albadas medievales y cantos escolares pobres constituyeron el primer repertorio del tuno, que nació en España a la vez que en toda Europa. Después, su cancionero se ha enriquecido con tonadas como «Alfonsina y el mar», «Así es Lima« y «Angelitos negros», aparte corridos mexicanos, guajiras y canciones de ida y vuelta que aprendieron sobre la marcha en sus viajes. Y es que tunas como la salmantina han acudido a certámenes por medio mundo y actuado, representando el espíritu festivo de la universidad, en foros institucionales. Actuaciones, parte de cuya recaudación solía compensar el apoyo económico de su rectorado o decanato. 

domingo, 9 de diciembre de 2012

El Tuno, de pies a cabeza

El Tuno, de pies a cabeza

Estilismo al más puro estilo medievo



Aparte usos y costumbres, si algo ha variado poco, a través del tiempo, ha sido su vestuario de la tuna. Aquel que a sus corales de estudiantes les ha valido el sobrenombre de grillos, cuervos o, simplemente, pájaros. Una indumentaria de rasgos distintivos y simbólicos, frente a la cual, cualquiera sabe ya lo que se avecina...


  • Camisa: Debe ser siempre de color blanco y dispone de generoso cuello y puños, a menudo rematados en puntillas. Aparece bajo el jubón.

  • Jubón: Surgido en España hacia el siglo XIV y popularizado, dos más tarde, como chaqueta prêt a porter, el tuno se la ciñe desde entonces al cuerpo.

  • Bombachos: Se cierran sobre sus pantorrillas, ganando en anchura hasta la cintura. Son los pantalones tradicionales del tuno, también con pedigrí.

  • Gregüescos: Admiten el sinónimo de cervantinos, planteando una alternativa a los bombachos. Tan anchos como ellos, en clave de calzones, nuestro Siglo de Oro los puso de moda.

  • Calzas: Cubren el pie y la pierna, a modo de malla, recordando el aspecto juglaresco de los sopistas. Las calzas pueden surgir bajo los gregüescos. Pero, acompañadas de bombachos, se convierten en medias calzas o sólo en medias.

  • Zapatos: También presentan señas de identidad cuasi medievales, cuando no resuelve el tuno su calzado con botas de aspecto más intemporal.

  • Beca: Alude a la banda colorista que, sobre el jubón, cruza transversalmente el pecho lobo del tuno. Ahora, los tunos mayores se la entregan al tuno recién llegado, a modo de espaldarazo, con los colores y el bordado de la facultad universitaria a la que defenderá cantando. Antes, además, daba a entender que el tuno estaba becado.

  • Capa: Cubre todas la prendas anteriores, sugiriendo su porte donjuanesco y viajero. Demuestra, aparte de todo, su currículum de vividor, puesto que exhibe los escudos de las ciudades visitadas y, en las cintas que cuelgan de ella, los piropos de las mujeres a las que ha cortejado. La prueba de su galanura...
  • viernes, 7 de diciembre de 2012

    Rondas granujas con la tuna salmantina


    Artículo publicado en "El Mundo" con motivo de la elección de Salamanca como 
    Ciudad Europea de la Cultura
    VIAJE DE FIN DE SEMANA 


    La tuna es esa institución universitaria cuyos miembros, lo mismo que los chicos de la teleserie «Al salir de clase», parecen no estudiar nunca... Ese grupo de muchachotes desenfadados y abanderados en la música de guitarra tronante y trinante... Chicos, que se diría, hacen de su capa un sayo a la hora de beber y ligar a espuertas, a puerta cerrada de bar o serenata a la intemperie. 


    Sonrisa «profidén» y patente de corso las suyas, cuando toca echarle tanto desparpajo «vivalavirgen» como simpatía a la vida de estudiante... Tal vez, junto a la compostelana, la tuna salmantina sea la más conocida, allende los mares y fronteras adentro. De hecho, sus orígenes se remontan al siglo XIII, tiempo de escolares «goliardos» que vagabundeaban por toda Europa, de facultad en facultad, siguiéndoles la pista a los profesores más afamados del momento. 


    De «sopistas» a Tunos 
    La tuna comenzó reuniendo a universitarios que, no pudiendo costearse los estudios, por falta de fortuna familiar, decidieron trovar por fondas y mesones. ¿Quién les iba a negar unas monedas o, al menos, ese plato de sopa, que beneficiaba a cualquier peregrino jacobeo? Así cosecharon su original apodo de «sopistas», laúd, guitarra, bandurria o pandereta en mano. Y si de paso, si entre copla y copla, caía alguna doncella rendida a sus pies, pues mejor que mejor... 

    Las cosas, sin embargo, han cambiado y excepción hecha de menesterosas habas contadas, la tuna se mantiene, ya como institución, gracias a las ganas de juerga, viajes, romanticismo bohemio, nocturnidad y amoríos que sigue definiendo a muchos universitarios. Tipos capaces, algunos, de llegar a abuelos haciendo vida de estudiante. No en vano, aunque el código deontológico de los tunos aconseja que ahuequen el ala, al licenciarse, muchos siguen bajo su capa por los siglos de los siglos... Incluso los hay, camuflados ellos, que nunca se matricularon en facultad alguna. 

    Pese a la indumentaria oscura que luce todo tuno, tuno negro se denomina al falso estudiante que de ella se sirve, sin poder exhibir banda distintiva alguna en su torso. Y ese ya es, en palabras de los propios tunos, el cara dura por antonomasia... Ejerce de tunante y rufián, pícaro y granuja, según las antiguas acepciones que el diccionario daba al término. No en vano, hasta en la actual enciclopedia Larousse se recoge la voz «tuna», como sinónimo de «vida holgazana, libre y vagabunda». 

    domingo, 18 de noviembre de 2012

    Porque hay madres y madres

    Ayer fue un día especial. Gracias a la Orquesta de Pulso y Púa de la UCM pude dar uno de esos conciertos que no se olvidan jamás: llevamos a Mozart, Boccherini, Tárrega, Bretón... al Centro Penitenciario para Madres "Padre Garralda" de Madrid. Una experiencia vital donde las presas se mezclaban con sus hijos, con sus cuidadoras y ayer con sus músicos...

    Después de un primer momento de natural rechazo, ya que todos los hombres uniformados que acceden a las dependencias son o policías o sanitarios, las reclusas empezaron a revolotear a nuestro alrededor. Estaban terminando de preparar algo para picar que tras el concierto nos sirvieron con encantador mimo.

    Y así las descubrimos, en plena faena, porque nuestro escenario no era otro que el comedor. Una sala de 100 metros cuadrados con las mesas y sillas atornilladas al suelo con una ventana, que a modo de mostrador, comunicaba con la cocina. En cada mesa, que son de a cuatro, un programa con el repertorio del concierto que pocas se atrevieron a ojear.

    Nosotros con traje completo, corbata, beca, atriles, con las partituras ordenadas, instrumentos afinados y Director... y en mi caso con cierta congoja y el corazón en un puño.

    Ojalá di Capua hubiera podido imaginar al componer su O Sole mío que un día,una reclusa, con el corazón en los ojos gritara al acabar la pieza, "¡Bravo, bravo!... He tenido que caer presa para ver cumplido mi sueño... poder escuchar una orquesta, ¡tocando para mí!".


    Aquellas mujeres eran buenas, hubiéran hecho lo que huiéran hecho... eran buenas.

    Una vez más la Tuna, en éste caso gracias a la Orquesta de Pulso y Púa, me ha dado vida y energía para seguir amándo la música... u para vivir otros 46 años más.

    lunes, 5 de noviembre de 2012

    Letra de Tuno bueno, tuno muerto

    Letra de "Tuno bueno, tuno muerto"

    Def Con Dos (2005)



    Tuno bueno el tuno muerto.
    a veces sueño con tu cara,
    con la lengua fuera, toda morada.
    no te lleves ninguna sorpresa
    cuando estés ahorcado en la estatua de Fonseca.

    Tuno asqueroso, tuno repulsivo.
    ni siquiera en la tuna tienes amigos.
    no intentes rectificar:
    a golpe de bandurria te voy a triturar.
    tuno bueno el tuno muerto.

    Voy a arrancarte las cuerdas vocales.
    te estrangularé durante un examen.
    he sembrado de polillas tu armario,
    que se coman tu capa y tus leotardos.
    clavelito pocho, clavelito envenenado.
    los claveles del tuno huelen a sobaco.

    En el monte de piedad te están esperando
    para lapidarte con libros empeñados.
    tuno bueno el tuno muerto.
    ningún tuno se merece respeto.
    son vagos y analfabetos.

    Triste y sola se queda mamá
    porque su tuno no logra aprobar.
    sabes que tienes tus días contados.
    basta de gritos, basta de saltos.
    cómete a pelo tu pandereta.
    suspende ciencias y letras.
    tuno bueno el tuno muerto.




    jueves, 1 de noviembre de 2012

    Así nació el networking

    Así nació el Networking

    La Tuna, primera Red Social de la Historia

    Esta es la primera entrada de un blog que no busca avivar la vieja polémica TUNA SÍ, TUNA NO, sino identificar realmente cuál es la imagen hoy de una agrupación universitaria con varios siglos de historia que ha sobrevivido a guerras, todo tipo de regímenes políticos, avances tecnológicos y que llega a nuestros días denostada y falta de recursos en medio de una sociedad crítica que la adora o la desprecia con mejores o peores argumentos.

    Si analizamos las diferentes teorías sobre el origen de la Tuna vemos que todas coinciden en que nace de un grupo de jóvenes universitarios vinculados entre sí por una afición común, la música, y obligados por las circunstancias socioculturales a la subsistencia o al autoabastecimiento por medio de micro-donaciones más o menos desinteresadas. Esto se podría denominar CROWDFOUNDING aunque para eso los "micro dueños" deberían participar en la obra final como co-autores o co-productores, pero, ¿acaso no lo hacen?

    Que alguien me corrija si esto no es una RED SOCIAL en toda regla.

    Def Con Dos- Tuno bueno tuno muerto